Hay quienes la detestan. Hay quienes se enconden de la lluvia. A mi me encantaba sentirla en el cuerpo, mirarla por la ventana, sentir el olor a tierra humeda.
Ver las caminatas de las ranas, el tono opaco del cielo, las miradas que se ponen grises, la soledad del potrero, los secadores deslizandose, la escuela abandonada, el misterio de las nubes, los recuerdos de lluvias antiguas, las mujeres de lluvia, los espejos empañados, las tortafritas, los collage de papel glasé, la musica de los techos, el grito de las tuberias, los zocalos fluyendo.
Y sobre todo, a esa mujer que solo era traída por la lluvía.
jueves, 9 de agosto de 2012
PORQUE TE GUSTA LA LLUVIA
Porque te gusta la lluvia andás el mundo por los bordes, lejos de los ejes, como un satélite confuso .
Porque te gusta la lluvia haces a un costado tu paraguas violeta a lunares rosas y dejás que las gotas imprevistas que caen de los tejados ensucien tu cabeza. Pensás que es hermoso el cielo gris y melancólico, como el de una lejana película de cowboys . Mirás las ranas trepándose a los juncos arrastradas por la lluvia a lugares insospechables.
Porque te gusta la lluvia reís cuando llega y no entendés que todo el mundo esté malhumorado y escape del agua como de una manada de lobos. Estás afuera cuando todos están adentro en sus trabajos de oficina, en sus negocios, o mirando novelas mejicanas de tres de la tarde . Odias los bordes dorados del sol y despertar sabiendo que tenes que fingir un yo cuando quisieras despertar siendo otra o nada.
.Te gusta la lluvia y viajar en colectivo mirando por la ventana como los hilos transparentes se tejen verticalmente sobre el suelo. Te gusta la lluvia fina, con sol, cuando se casa una vieja. Te gusta la lluvia tormentosa, cuando el cielo se oscurece y las tres de la tarde son las ocho de la noche.
Cuando conoces a alguien nunca le preguntas el nombre, ni si estudia, o trabaja. Tampoco preguntas sobre su signo zodiacal o su equipo de fútbol. Debes saber si le gusta la lluvia, si trato de suicidarse alguna vez, si probó los juguitos congelados que vendían hace diez años. Aunque, pienso, que no preguntabas nada. Por vergüenza o por falta de ganas. Da lo mismo.
Finalmente, decías que te hubiese gustado ser una gota y estrellarte contra el piso, extraviarte en las baldosas del patio. Borrarte con el sol de la mañana.
Porque te gusta la lluvia haces a un costado tu paraguas violeta a lunares rosas y dejás que las gotas imprevistas que caen de los tejados ensucien tu cabeza. Pensás que es hermoso el cielo gris y melancólico, como el de una lejana película de cowboys . Mirás las ranas trepándose a los juncos arrastradas por la lluvia a lugares insospechables.
Porque te gusta la lluvia reís cuando llega y no entendés que todo el mundo esté malhumorado y escape del agua como de una manada de lobos. Estás afuera cuando todos están adentro en sus trabajos de oficina, en sus negocios, o mirando novelas mejicanas de tres de la tarde . Odias los bordes dorados del sol y despertar sabiendo que tenes que fingir un yo cuando quisieras despertar siendo otra o nada.
.Te gusta la lluvia y viajar en colectivo mirando por la ventana como los hilos transparentes se tejen verticalmente sobre el suelo. Te gusta la lluvia fina, con sol, cuando se casa una vieja. Te gusta la lluvia tormentosa, cuando el cielo se oscurece y las tres de la tarde son las ocho de la noche.
Cuando conoces a alguien nunca le preguntas el nombre, ni si estudia, o trabaja. Tampoco preguntas sobre su signo zodiacal o su equipo de fútbol. Debes saber si le gusta la lluvia, si trato de suicidarse alguna vez, si probó los juguitos congelados que vendían hace diez años. Aunque, pienso, que no preguntabas nada. Por vergüenza o por falta de ganas. Da lo mismo.
Finalmente, decías que te hubiese gustado ser una gota y estrellarte contra el piso, extraviarte en las baldosas del patio. Borrarte con el sol de la mañana.
LLUVIA
La lluvia
trae cementerios
de palabras
nos cambia algo
nos roba un pedazo
lo ilumina
hilos de palabras
atadas
a la lluvia
sueños antiguos
de granizo
como volver
a la lluvia
de la huida.
trae cementerios
de palabras
nos cambia algo
nos roba un pedazo
lo ilumina
hilos de palabras
atadas
a la lluvia
sueños antiguos
de granizo
como volver
a la lluvia
de la huida.
CANCION PARA LA LLUVIA
De repente, se hace de noche. El cielo oscurece, cierra los ojos rapidamente, y la tierra se perfuma de lluvia.
Los autos pasan trayendo el mar. Las camisas se descuelgan de los tendederos.
Podría salir a la calle a contar los paraguas, o lamentarme por la ausencia de las ranas.
Pero, ahora mismo, bajaron el telon del planeta y todas las caras estan moldeadas por la lluvía. Los ojos laten como las goteras.
Escucho la voz de la tristeza. La lluvia me gusta por eso. Es perfecta pata la melancolía. Es decir, la nostalgía del presente. Kate Bush canta Mother con esos agudos suaves que solo pueden salir de su graganta.
Las gotas caen como hilos transparentes. Van tejiendo lagunas.
La ventana empañada es como un cuaderno por estrenar. Escribo con letras grandes un nombre. Pero, las letras se van desarmando y caen en el marco. La palabra se desangra. No quiero escribir nuevamente. Así esta bién. Que mi nombre se extinga como la lluvia.
Las gotas, golpeando los zocalos, suenan como el final de un beso.
La lluvia llora sobre el mundo. Y espera, una vez más, que ese oscuro sol llegue para robarle las lagrimas.
ENCUENTRO
Caía una lluvía fina. Recuerdo, los cables de telefono tejiendose a medida que las nubes se llenaban de niebla. Después la ví. O antes. Y miré hacía el cielo para perderla. Las gotas de lluvia parecían de hilo. El mundo había oscurecido. Solo quedaban faroles y estrellas. Recuerdos del sol.
La ví de nuevo, en el horizonte, como borrandose. Tenía el rostro de todas las mujeres que había amado.
Paró. Las calles espejadas, el color del cielo, decían que había llovido y que ya no volvería a ser el mismo.
Tuve esta impresion: La conozco. Y la plaza desierta.
Su cuello era fino y blanco, como la lluvía.
Entonces llegó por fin el colectivo y se la tragó.
La ví de nuevo, en el horizonte, como borrandose. Tenía el rostro de todas las mujeres que había amado.
Paró. Las calles espejadas, el color del cielo, decían que había llovido y que ya no volvería a ser el mismo.
Tuve esta impresion: La conozco. Y la plaza desierta.
Su cuello era fino y blanco, como la lluvía.
Entonces llegó por fin el colectivo y se la tragó.
VENTANA DE LLUVIA
Miro por la ventana de la lluvía. El marco es marron oscuro, pero puedo ver un verde antiguo. Recuerdo un barco de papel de diario. Un barco lleno de caras con risas estampadas como calcomanias.
El olor de la tierra humeda es como una melodía que une los tiempos.
Pego una estrella plateada a un fondo blanco, para inventar otro universo. La plasticola, me digo, es el misterio que une los imposibles. Ninguna tijera podrá escindirnos, pienso.
Y la lluvia que trae tantos mares y volcanes extinguidos.
El olor de la tierra humeda es como una melodía que une los tiempos.
Pego una estrella plateada a un fondo blanco, para inventar otro universo. La plasticola, me digo, es el misterio que une los imposibles. Ninguna tijera podrá escindirnos, pienso.
Y la lluvia que trae tantos mares y volcanes extinguidos.
CAMINO A LA ESCUELA
El camino a la escuela desde mi casa es corto . Pero, en ese entonces, o eramos muy chicos o el mundo era muy grande.
Recuerdo cosas que ya no existen: La larga hilera de siempreverdes en el frente de una casa muy cercana que, en los días de lluvia, tenía un olor especial a tierra húmeda y melancolía. Recuerdo el quiosco de Adrian (Imagina) donde comprabamos los Naranjú, que no podían faltar en unos bolsillos repletos de envoltorios de golosinas ( yo las comía sigilosamente, escondiendo el dulce bajo el banco, no por tener sapos en la barriga sino por pura verguenza).
Las figuritas de diez centavos, que se pegaban con plasticola, también podían adquirirse en "lo de Adrían". No puedo olvidar que en el paquete podían venir, entre otras, las imagenes de Dick Tracy, Guillermo Francella o Bugs Bunny con la camiseta de San telmo. Una especie de sopa donde lo imaginario y lo real se mezclaban.
Y asi era también la vida.
¿Quién no miró, al menos una vez, por la ventana del aula los días de lluvia esperando ver a algún duende y, en cambio, veía a un vendedor de seguros con las orejas puntiagudas?
¿No estabamos seguros (valga la redundancia ), en tal caso, que en realidad se trataba de un duende camouflado?
¿Porque los días de lluvia?
Porque sí. Y porque la lluvia aun se entrometía en nuestras vidas sin provocar un "la puta madre".
La lluvia e que se divertía suspendiendo partidos de futbol.
La lluvia era "otra cosa" y todavia pienso que es una extensión del patio de la infancia.
Era faltar a la escuela, cazar ranas en las plantas, dejar que las canaletas escupan nuestras cabezas sintiendonos dichosos. O era unas largas botas de explorador, saltar charcos inmensos, ver que caras ocultan los paraguas.
Los adutos escapaban a la lluvia.
Yo me recuerdo inmutable, anclado en la tormenta, mientras mamá me tiraba del brazo.
Durante el camino a la escuela a veces nos acompañaba un pensamiento al que llamaremos "hoy le voy a decir" o, en su defecto, "hoy me estampará su firma". cuando ese pensamiento fragil (ese fuego timido) nos acompañaba, lo tomabamos fuerte de la mano para que no se escape y, sin embargo, apenas entrabamos al aula aquél parlanchin pecoso se iba corriendo y era reemplazado por otro que recibirá el nombre de "mejor otro día".
Todo era perfecto. Nada puede fallar en un mundo donde el hada de los dientes es más importante que Bill Gates.
Y no importaba quienes eramos ni quienes seriamos. Podiamos entrar y salir de un daleque y ser huracanes, cocodrilos y astronautas. Pero, eramos poetas sobre todas las cosas.
El camino a la escuela era observado por un sol. Pero, no era el mismo sol que ilumina como un farol las calles repletas. Era un sol secreto,diminuto, de bolsillo, importante. Todas las mañanas nos tocaba el timbre o nos golpeaba la puerta.
El trayecto hacia la escuela comenzaba antes de que termine el inspector Gadget. Y, en ocasiones, era una larga carrera para no llegar tarde. También era encontrarse un complice, la felicidad de una supuesta desinfeccion o una supuesta amenaza de bomba. Por esto, debiamos desandar el camino antes de lo previsto decorados con una risa imposible de borrar con Liquid Paper (estoy seguro de que tengo complices en esto).
EL camino a la escuela no era un camino. Era una barranca que nos deslizaba, las vias de un tren antiguo, una autopista espacial.
Otro día hablaré sobre el camino de vuelta. Ahora me es imposible. Nunca volví.
ROMPECABEZAS
Recuerdo que de chico me encantaba armar rompecabezas. Cuando crecí, esta actividad empezó a entrar en la bolsa de "lo mas aburrido del mundo".
Y ahora, con el pasado rondandome, me encuentro otra vez como ese chico frente a las piezas dispersas. Buscando la forma de ensanblar una con la otra. Pero ¿Cómo ensanblar la tarde de la pelopincho a un gran reloj cucú? ¿Como hacer que un ojo poseido por el flash de la camara entre en la planta de bolitas venenosas?
¿Como saber cuales de estos recuerdos son reales y cuales ficticios? De seguro, todos tienen algo de ficción. La vida es también los mitos que elegimos.
La vida es la historia de como se cuentan las historias.
Cuando llego a este punto , tengo que preguntarme si las historias de mi vida ( tienen un porcentaje alto de realidad. Pero, la realidad es una ficción. Entonces, dependo del imaginario colectivo.
El hecho, es que tal vez muchas de estas historias tengan poco de verdad (y acá necesito pactar con el lenguaje, me cuesta hablar de "verdad", pero no quiero que el texto se me vaya de las manos). El hecho, como decía, es que muchos recordamos estas historias de la misma forma (con algunas variantes, claro). Entonces, digo, hay un imaginario ,de la generación del 90, de ese mundo ya casi evaporado, que nos une.
Y como nos une nos separa. Porque todos seguimos viviendo. Algunos más vivos que otros.
Con todas las piezas dispersas, cada uno arma su invención, su todo (su casi-todo). Este no es un rompecabezas convencional. Cualquier cosa, con un poco de imaginación, ensambla con todo.
DIARIO DE INFANCIA: AUTOS VIVOS
El pensamiento magico de la niñez ayuda a transitar un mundo mas vivo, lleno de misterios.
Cuando uno crece, el mundo parece ampliarse y volverse mas complejo, pero (en verdad) el mundo se chica, se vuelve insipido, cruel, desangelado. Todos los fantasmas parecen ser solo la sabana, las cascara muerta.
En los noventa, mi viejo tenía un Sian Ditella celeste (despinatdo y, casi, gris). Ibamos a todos lados con ese auto. Hasta que, por falta de plata para mantenerlo, decidió venderlo.
Yo me había encariñado con el auto. Para mí, era un ser viviente ¿Cuanto nos extrañaría a mi y a mi hermano? ¿Como lo cuidarian sus proximos dueños?
Yo lo imaginaba triste, llorando en la soledad de un oscuro garage. Con las luces casi apagadas y el motor herido.
Cuando uno crece, el mundo parece ampliarse y volverse mas complejo, pero (en verdad) el mundo se chica, se vuelve insipido, cruel, desangelado. Todos los fantasmas parecen ser solo la sabana, las cascara muerta.
En los noventa, mi viejo tenía un Sian Ditella celeste (despinatdo y, casi, gris). Ibamos a todos lados con ese auto. Hasta que, por falta de plata para mantenerlo, decidió venderlo.
Yo me había encariñado con el auto. Para mí, era un ser viviente ¿Cuanto nos extrañaría a mi y a mi hermano? ¿Como lo cuidarian sus proximos dueños?
Yo lo imaginaba triste, llorando en la soledad de un oscuro garage. Con las luces casi apagadas y el motor herido.
miércoles, 8 de agosto de 2012
ÁRBOL SECRETO
En tu pecho.
Lanzo palabras.
No las barre el viento.
Tu estomago.
Inalcanzable.
No grita. Las orejas.
Parten el sueño.
En tu hueco.
Me digo.
Lanzo palabras.
No las barre el viento.
Tu estomago.
Inalcanzable.
No grita. Las orejas.
Parten el sueño.
En tu hueco.
Me digo.
POEMA: ÁRBOL
Árbol,
algo me molesta
y no encuentro el hueco
para decirlo.
Árbol ¿Porqué
tu pecho se me cierra?
No te entiendo.
Antes te entendía.
Mis brazos eran
como tus ramas
se extendían.
También querían
probar que las nubes
eran ciertas.
Mis raices,
estaban en el cielo
y en la tierra.
De mí caían personas
como ciruelas.
Árbol, algo nos separa
¿O es que yo también
necesito el riego,
de la madrugada?
Árbol, algo se me ha muerto.
Me llego el otoño muy temprano.
Hasta en el espejo,
soy un tempano de años
y silencio.
Árbol, abrite, abrí tu pecho
a mis palabras.
Aunque, a veces, sean como sierras.
Yo también estoy anclado al mundo,
pero me estoy pudriendo.
Árbol, dejá que trepe
a tu mundo.
Dejame estar cerca
Y entender el cielo de los pájaros,
y verte las orugas
y la sangre.
Dejá que yo tambien me abra
y entre mis pulmones
susurrá un secreto.
algo me molesta
y no encuentro el hueco
para decirlo.
Árbol ¿Porqué
tu pecho se me cierra?
No te entiendo.
Antes te entendía.
Mis brazos eran
como tus ramas
se extendían.
También querían
probar que las nubes
eran ciertas.
Mis raices,
estaban en el cielo
y en la tierra.
De mí caían personas
como ciruelas.
Árbol, algo nos separa
¿O es que yo también
necesito el riego,
de la madrugada?
Árbol, algo se me ha muerto.
Me llego el otoño muy temprano.
Hasta en el espejo,
soy un tempano de años
y silencio.
Árbol, abrite, abrí tu pecho
a mis palabras.
Aunque, a veces, sean como sierras.
Yo también estoy anclado al mundo,
pero me estoy pudriendo.
Árbol, dejá que trepe
a tu mundo.
Dejame estar cerca
Y entender el cielo de los pájaros,
y verte las orugas
y la sangre.
Dejá que yo tambien me abra
y entre mis pulmones
susurrá un secreto.
DIARIO DE INFANCIA: ÁRBOL
Es nuestro hogar. Estando en el árbol podemos estar en una nave, en un bosque, en una historia fantastica. Estamos más cerca del cielo.
La capacidad para trepar al árbol es signo de valentía. De hecho, decide nuestra posición en la pandilla de la infancia.
Bajo el árbol se dan primeros besos, se cuentan historias increibles, se cuentan historias falsas.
La primera vez que lloramos de verdad, seguro lloramos sobre su tronco.
Nuestros nombres estarán tatuados eternamente sobre su piel.
En los huecos del árbol, murmuramos nuestros secretos, porque ahí quedarán guardados para siempre.
Mi árbol preferido es un viejo ombú que, hace tiempo, fue rodeado de cercos para darle protección. Y, después , lo sacaron. Plantaron en su lugar dos pequeños ombú.
Como si pudieran suplantarlo.
Cuando talan un árbol, los secretos y las historias de muchos chicos son arrojados a una fría fabrica. Y posteriormente se transforman en hojas en blanco, donde alguien guarda otros recuerdos, o hace operaciones matematicas.
Por eso, los chicos, defendemos a nuestro árbol con las garras afiladas. Porque, siempre hay un árbol que nos pertenece y porque nosotros también somos ese árbol, también nos ramificamos, deseamos tocar el cielo. Y clavamos nuestras raices en este mundo, aunque nos elevemos constantemente.
No hay duda. Si se meten con ese árbol que nos une. Ese árbol donde Julieta y Marcos se amaron en secreto. Ese árbol donde Daniela lloró cuando murio su perro Pepe. Ese árbol que nos vió crecer mientras nosotros mirabamos como sus ramas se hacian fuertes. Ese centinela de la plaza que se tragó nuestros secretos para jamas escupirlos.
Nosotros, lucharemos sin temor contra las maquinas, contra las hachas.
Nosotros seremos las ramas de ese árbol.
martes, 7 de agosto de 2012
LAS AVENTURAS PERDIDAS: FIGURITAS
Maria entonces ponía cara de misterio. Parecía más palida y sus labios construian una mueca con forma de signo de interrogación. El sol la iluminaba por completo, como a un personaje que entra en escena. Y el misterio la empujaba una vez más. En esos momentos tan importantes, dejaba de caminar para andar por el mundo dando saltos, salteandose personas y carteles publicitarios y hasta los hermosos pinos y los siempreverdes que ella tanto admiraba. Todo por las figuritas.
¡Las figuritas repletas de colores y caras monstruosas! ¡O llenas de brillantina! ¡Las figuritas como estrellas despegadas de otro cielo que venian a mostrarnos mundos imposibles! ¡Las figuritas como parte de un todo, como parte de un albun que nunca llenamos!í
Y ahí estaba Maria saltando de misterio. Adelante del triste olor de los jasmines. Del olor de la infancia herida. Ahí estaba Maria como un misterio más, encendida por completo, bajo el ciego sol de la tarde por donde la infancia sangraba. Bajo ese sol gastado, lleno de tierra. Bajo la tarde que caia sobre el mundo como una sombrilla vieja.
¡Las figuritas repletas de colores y caras monstruosas! ¡O llenas de brillantina! ¡Las figuritas como estrellas despegadas de otro cielo que venian a mostrarnos mundos imposibles! ¡Las figuritas como parte de un todo, como parte de un albun que nunca llenamos!í
Y ahí estaba Maria saltando de misterio. Adelante del triste olor de los jasmines. Del olor de la infancia herida. Ahí estaba Maria como un misterio más, encendida por completo, bajo el ciego sol de la tarde por donde la infancia sangraba. Bajo ese sol gastado, lleno de tierra. Bajo la tarde que caia sobre el mundo como una sombrilla vieja.
DIARIO DE INFANCIA: PÁJAROS
No me di cuenta hasta que, ya adulto e incapacitado, la nostalgia me atrapó y tuve que ponerme a ver fotos antiguas.
Todas las mujeres que me gustaban en la infancia, tenían los mismos ojos.
No importaba el color. Podían ser ojos celestes, marrones, color miél, verdes, oscuros.
Pero, en algo todos esos ojos eran identicos.
Eran ojos de gorrión.
Ojos cuya pupila no dejaba espacio al blanco. Ojos humedecidos, tristes, que miran siempre hacía los fantasmas del futuro. Ojos con esa tristeza tan alegre. Que, mas que tristes, son ojos conmovidos por el mundo.
Mujeres con ojos que te daban ganas de abrazarlas, de convertirte en refugio de sus humanidades transparentes, ocultas, fragiles. Que te daban ganas de protejer sus miradas de la inmensidad. Porque, solo ellas podían ver la inmensidad.
Mujeres con ojos perdidos en el árbol (porque saben que el arbol es un mapa del universo).
Mujeres con ojos perdidos en las alturas.
Cuando la veo a ella me doy cuenta, que ella es un gorrón más. Admito que paso el tiempo buscandole las alas. Y despues, una vez más, lo entiendo.
Las alas están en el fondo de sus ojos.
Todas las mujeres que me gustaban en la infancia, tenían los mismos ojos.
No importaba el color. Podían ser ojos celestes, marrones, color miél, verdes, oscuros.
Pero, en algo todos esos ojos eran identicos.
Eran ojos de gorrión.
Ojos cuya pupila no dejaba espacio al blanco. Ojos humedecidos, tristes, que miran siempre hacía los fantasmas del futuro. Ojos con esa tristeza tan alegre. Que, mas que tristes, son ojos conmovidos por el mundo.
Mujeres con ojos que te daban ganas de abrazarlas, de convertirte en refugio de sus humanidades transparentes, ocultas, fragiles. Que te daban ganas de protejer sus miradas de la inmensidad. Porque, solo ellas podían ver la inmensidad.
Mujeres con ojos perdidos en el árbol (porque saben que el arbol es un mapa del universo).
Mujeres con ojos perdidos en las alturas.
Cuando la veo a ella me doy cuenta, que ella es un gorrón más. Admito que paso el tiempo buscandole las alas. Y despues, una vez más, lo entiendo.
Las alas están en el fondo de sus ojos.
DIARIO DE INFANCIA: BARRILETE
ARMADO
Lo principal es que el barrilete tenga un esqueleto de caña resistente para que sea liviano y no se quiebre. Notese que su esqueleto no debe ser como el nuestro que nos incapacita para tocar las nubes y los eclipses de luna y además suele quebrarse.
Después debemos colocarle la piél o el papel (que pueda afrontar los vientos más salvajes). Debe ser del color que a uno le guste, cuanto más brillante mejor, ya que el barrilete es como un faro en el cielo.
Cuando tenemos el cuerpo terminado, debemos colocarle la cola, el contrapeso, el shang del shing, para que no se desplome. Además, de lo contrario, estariamos tratando con un barrilete demasiado idealista y no conviene ya que vuelan para donde les da la gana. Eso es genial en los humanos, pero creanme que no en los barriletes.
Por ultimo, le ponemos el hilo, la conexión con la tierra, el medium que nos hace ser uno con el barrilete.
El decorado es lo que hace que tu barrilete sea tuyo y de nadie más. La personalidad del barrilete.
Si no quieren pasar por esta experiencia lo mejor es que les digan a sus abuelos que lo hagan, ya que la mayoría son expertos en barriletes. Si no tienen abuelos, pidan uno prestado.
LA PLAZA:
La plaza era el lugar donde los barriletes desfilaban ¡Allá va una mariposa! ¡Mirá a la lechuza! ¡Y la luciernaga! ¡Allá va la felicidad volando! ¿Ese es el barrilete de don Julio?
La plaza es nuestra tierra encantada, los arboles conocen todos nuestros secretos, y es la aeropista de los barriletes.
¡Allá va un barrilete remontando a Marquitos!!!
VUELO:
Cuando remontás un barrilete sos como un hijo no reconocido del viento. No hay nada en el mundo que pueda compararse a la sensación de hacer volar a este barco a la deriva.
Porque llega un momento en el cual el barrilete ya no vuela, está solo suspendido en el aire, se sostiene del aire como de una pared y el cielo es como un muro de pájaros. Porque, en ese preciso instante, vos sos el que está volando ¡Estás volando de verdad!
No estás remontando un barrilete. El barrilete te está remontando .
Lo principal es que el barrilete tenga un esqueleto de caña resistente para que sea liviano y no se quiebre. Notese que su esqueleto no debe ser como el nuestro que nos incapacita para tocar las nubes y los eclipses de luna y además suele quebrarse.
Después debemos colocarle la piél o el papel (que pueda afrontar los vientos más salvajes). Debe ser del color que a uno le guste, cuanto más brillante mejor, ya que el barrilete es como un faro en el cielo.
Cuando tenemos el cuerpo terminado, debemos colocarle la cola, el contrapeso, el shang del shing, para que no se desplome. Además, de lo contrario, estariamos tratando con un barrilete demasiado idealista y no conviene ya que vuelan para donde les da la gana. Eso es genial en los humanos, pero creanme que no en los barriletes.
Por ultimo, le ponemos el hilo, la conexión con la tierra, el medium que nos hace ser uno con el barrilete.
El decorado es lo que hace que tu barrilete sea tuyo y de nadie más. La personalidad del barrilete.
Si no quieren pasar por esta experiencia lo mejor es que les digan a sus abuelos que lo hagan, ya que la mayoría son expertos en barriletes. Si no tienen abuelos, pidan uno prestado.
LA PLAZA:
La plaza era el lugar donde los barriletes desfilaban ¡Allá va una mariposa! ¡Mirá a la lechuza! ¡Y la luciernaga! ¡Allá va la felicidad volando! ¿Ese es el barrilete de don Julio?
La plaza es nuestra tierra encantada, los arboles conocen todos nuestros secretos, y es la aeropista de los barriletes.
¡Allá va un barrilete remontando a Marquitos!!!
VUELO:
Cuando remontás un barrilete sos como un hijo no reconocido del viento. No hay nada en el mundo que pueda compararse a la sensación de hacer volar a este barco a la deriva.
Porque llega un momento en el cual el barrilete ya no vuela, está solo suspendido en el aire, se sostiene del aire como de una pared y el cielo es como un muro de pájaros. Porque, en ese preciso instante, vos sos el que está volando ¡Estás volando de verdad!
No estás remontando un barrilete. El barrilete te está remontando .
lunes, 6 de agosto de 2012
AVENTURAS PERDIDAS
Cuando enterramos ese cofre del tesoro, pensabamos "Dentro de veinte años recordaremos la infancia". Pero, el cofre era una bolsa y el tesoro se pudrió, o se lo tragó la tierra.
Aun recuerdo el contenido del cofre: Figuritas antiguas (la dificil, con una mujer de perfil inflando un globo, custodiada por un perro), una colonía podrida, aceritos, revistas comidas por las polillas. Y también cosas que no tenían representación fisica, por eso buscabamos objetos que las suplanten.
El boleto del 24 de Marzo 20:38 hs, significaba los labios de Cecilia dibujando circulos, besandose a si mismos. El llavero con los colores de Racing, la primera vez que te quedaste a cuidar mi casa y el perro del vecino, uno de nuestros monstruos, casi te mata.
Hay cosas que no pudimos representar. Tu lagrima cayendo sobre el aeropuerto, como un grano de arena en el desierto, provocando un estallido inmenso. El amor que teniamos por los tan maltratados domingos. La lluvia cayendo detrás de la ventana ese día en que me di cuenta que tus ojos verdes siempre fueron color avellana. La forma en que en tu cara se reflejaba un misterio.
No te escribo para decirte que te amo como un hombre ama a una mujer. No quisiera violar tu alma. Solo deseo encontrar la figurita que me falta para llenar el albún. Encontrarte en el ayer. Y recuperar, sin perder tiempo, las aventuras perdidas.
Aun recuerdo el contenido del cofre: Figuritas antiguas (la dificil, con una mujer de perfil inflando un globo, custodiada por un perro), una colonía podrida, aceritos, revistas comidas por las polillas. Y también cosas que no tenían representación fisica, por eso buscabamos objetos que las suplanten.
El boleto del 24 de Marzo 20:38 hs, significaba los labios de Cecilia dibujando circulos, besandose a si mismos. El llavero con los colores de Racing, la primera vez que te quedaste a cuidar mi casa y el perro del vecino, uno de nuestros monstruos, casi te mata.
Hay cosas que no pudimos representar. Tu lagrima cayendo sobre el aeropuerto, como un grano de arena en el desierto, provocando un estallido inmenso. El amor que teniamos por los tan maltratados domingos. La lluvia cayendo detrás de la ventana ese día en que me di cuenta que tus ojos verdes siempre fueron color avellana. La forma en que en tu cara se reflejaba un misterio.
No te escribo para decirte que te amo como un hombre ama a una mujer. No quisiera violar tu alma. Solo deseo encontrar la figurita que me falta para llenar el albún. Encontrarte en el ayer. Y recuperar, sin perder tiempo, las aventuras perdidas.
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