miércoles, 8 de agosto de 2012

DIARIO DE INFANCIA: ÁRBOL


Es nuestro hogar. Estando en el árbol podemos estar en una nave, en un bosque, en una historia fantastica. Estamos  más cerca del cielo.
La capacidad para trepar al árbol es signo de valentía. De hecho, decide nuestra posición en la pandilla de la infancia.

Bajo el árbol se dan primeros besos, se cuentan historias increibles, se cuentan historias falsas.
La primera vez que lloramos de verdad, seguro lloramos sobre su tronco.
Nuestros nombres estarán tatuados eternamente sobre su piel.

En los huecos del árbol, murmuramos nuestros secretos,  porque ahí quedarán guardados para siempre.

Mi árbol preferido es un viejo ombú que, hace tiempo, fue rodeado de cercos para darle protección. Y, después , lo sacaron. Plantaron en su lugar dos pequeños ombú.
Como si pudieran suplantarlo.

Cuando talan un árbol, los secretos y las historias de muchos chicos son arrojados a una fría fabrica. Y posteriormente se transforman en hojas en blanco, donde alguien guarda otros recuerdos, o hace operaciones matematicas.

Por eso, los chicos, defendemos a nuestro árbol con las garras afiladas. Porque, siempre hay un árbol que  nos pertenece y porque nosotros también somos ese árbol, también nos ramificamos, deseamos tocar el cielo. Y clavamos nuestras raices en este mundo, aunque nos elevemos constantemente.

No hay duda. Si se meten con ese árbol que nos une. Ese árbol donde Julieta y Marcos se amaron en secreto. Ese árbol donde Daniela lloró cuando murio su perro Pepe. Ese árbol que nos vió crecer mientras nosotros mirabamos como sus ramas se hacian fuertes. Ese centinela de la plaza que se tragó nuestros secretos para jamas escupirlos.
Nosotros, lucharemos sin temor contra las maquinas, contra las hachas.
Nosotros seremos las ramas de ese árbol.


No hay comentarios:

Publicar un comentario